REMANDO EN LAPONIA



Kungsleden (“camino del Rey”), Laponia sueca. Más allá del paralelo 68ºN.
(círculo polar ártico 66º33´N).

El recorrido desde Abisko, junto al lago Torneträsk, hasta Vakkotavare, a orillas del Akkajaure, es uno de los mejores del ártico. 110 kilómetros de norte a sur, en busca de un sol menos mortecino que el que durante todo el día, en julio, va lamiendo el horizonte circular.
Pero no se encuentra. Habría que ir más allá, hasta Kvikkjokk pero son 75 kms. más al sur… y tampoco. Ni tan siquiera alcanzando Ammasrnäs, 130 kilómetros sin refugios. Quizá más allá aún, en Tarnaby (65º42´N, ya por debajo del círculo polar)), pero para entonces habrá pasado más de un mes, y a finales de agosto el sol todavía va más bajo y ya se pone de 11 a 3 de la madrugada.
Los refugios son espléndidos, con guarda, edredones nórdicos, sauna… pero sin comidas ni agua. Caros.
El día a día consiste en un cómodo caminar con pocos desniveles, entre 300 y 1300 metros de altura.

Caminos de tablones. A lo lejos el macizo de Sarek
El terreno frecuentemente está encharcado en verano porque el deshielo superficial no drena por el permafrost, el subsuelo permanentemente helado. Pero esto no es un problema porque kilómetros de pasarelas de madera recorren los amplísimos valles en U labrados por los glaciares cuaternarios que hoy aún sobreviven en cualquier colina de los alrededores. Los ríos no se vadean, se sobrevuelan con puentes colgantes de acero. Lo dicho, solo hay que poner un pie delante del otro, un día después del anterior.
El techo de Suecia, el Kebnekaise, queda al lado de la ruta y puede ascenderse pero, a pesar de sus 2103 m, sobresale 1700 sobre los valles circundantes. Un pequeño gigante acorazado de hielos que exigirá un esfuerzo extra.


LA CABAÑA DEL ACEBO

Acebo. (lat. Ilex aquifolium)
Arbusto pequeño y de forma piramidal, verde todo el año y de larga vida, con hojas brillantes y espinosas; da sus bayas rojas, muy tóxicas, en pleno invierno.
La cultura cristiana lo asoció a la Navidad como sustituto del muérdago vinculado al solsticio de invierno por los pueblos celtas.

Ha nevado copiosamente en Campoo. Lo ha dicho el telediario. Los esquiadores madrugadores hacen ya colas interminables en los remontes que no dan abasto. Los esquiadores remolones se desesperan en los accesos colapsados a la estación de esquí. La guardia civil ya ha cortado el tráfico desde el valle.

SOBRE EL VOLCÁN

Viaje al centro de la Tierra II

“…Sentía las convulsiones de la montaña que respiraba como las ballenas, arrojando de tiempo en tiempo fuego y aire por sus enormes respiraderos…“

Julio Verne. Viaje al centro de la Tierra.

Islas eolias desde el Gran Cráter de Vulcano. En el centro Lípari, y detrás Salina. A la dr. Panarea y Strómboli, a la izq. Filicudi y Alicudi 

Eolo, el dios del viento, dispersó de un soplo las islas del archipiélago. Las más grandes y pesadas quedaron cerca de la costa de Sicilia; las pequeñas, más ligeras, fueron aventadas lejos, al interior del mar Tirreno.

El archipiélago eolio está dispuesto en forma de Y a partir de la diminuta península de Milazzo, desde donde se accede habitualmente (también en ocasiones desde Palermo e incluso Nápoles). Siempre que la mar lo permite, los lentos ferrys llenan de macchine unas islas sin apenas carreteras y con dimensiones bien pedestres, y los rápidos alíscafos, extraños planeadores llenos de turistas mareados, alcanzan la lejana Strómboli en poco más de una hora.
Fuera de temporada solo los isleños van y vienen con la naturalidad de quién sale a hacer la compra o a visitar a los amigos. Es el mejor momento para conocer dos de los cuatro volcanes activos que hay en la Europa continental con el protagonismo académico de que dan nombre a dos modalidades de erupción: vulcaniana y estromboliana.